La bruja Brunilda

Valerie Thomas tiene una serie de álbumes ilustrados sobre la bruja Brunilda. Las ilustraciones son de Korky Paul, que hace unos dibujos divertidísimos, con muchos detalles. Y la historia es genial. Cuenta cómo a Brunilda le gusta tanto el color negro que toda su casa es negra. Incluso su gato es negro, aunque tiene los ojos verdes. Mientras Bruno tiene los ojos abiertos, no hay ningún problema, pero en cuanto se duerme y cierra los ojos, Brunilda lo pierde de vista y no deja de tropezar con él. Hasta que decide arreglar de una vez por todas el problema.

Es un cuento cortito, pero muy divertido, y en el que decidí no meter títeres. Ya sólo la historia hace que funcione perfectamente con cualquier tipo de público.